Filosofía y videojuegos se unen en una investigación realizada en la UNAM

Nota publicada en el portal de videojuegos Vandal Online.

La UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) ha concedido el título de Maestría en Filosofía a una investigadora que ha realizado una tesis en torno al videojuego Fallout 3. Hemos podido entrevistarla sobre su investigación y el papel de los videojuegos como ítem de estudio cultural en las universidades.

Rita Santoyo Venegas formó parte del Programa de Posgrado en Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras, junto con el Instituto de Investigaciones Filosóficas, en la UNAM. Su trabajo, titulado Sobreviviendo en Capital Wasteland: Implicaciones éticas de Fallout 3, ha sido dirigido por Ernesto Priani, que no solo es profesor en la UNAM sino también vicepresidente de la Red de Humanistas Digitales.


La investigación de Rita Santoyo tuvo como objetivo realizar una reflexión filosófica sobre el videojuego Fallout 3, lanzado en 2008. A lo largo de su trabajo define conceptos como la noción de juego y videojuego, el ser y la imaginación morales en el videojuego y cómo este puede ejercer, de hecho, como un simulador moral.

"El principal objetivo de mi tesis de maestría fue mostrar que algunos videojugadores se enfrentan al videojuego no solo como una mera actividad lúdica, sino que se sienten tan inmersos en este que se asumen como verdaderos habitantes de ese mundo virtual; son jugadores comprometidos que toman decisiones que tienen que ver con su propia moralidad, y por ello llegan a vivirse como moral beings, ejercitando su imaginación moral y enfrentándose críticamente a los dilemas morales que forman parte de la narrativa del videojuego", explica Santoyo. "Para ello, tomo como ejemplo Fallout 3, cuya historia se construye sobre dilemas éticos que forman el soporte narrativo de este videojuego. Este tipo de videojuego permite que el jugador viva dichos relatos como simuladores morales, en los cuales las decisiones que tome afectarán la manera en que se desarrolla la historia, y al mismo tiempo le permite proyectar escenarios ficticios en los cuales ensayar su razonamiento moral".

Esta investigadora ha participado recientemente en encuentros académicos como el XIV Congreso de Filosofía en la ciudad de Morelia, (Michoacán) con una ponencia sobre las implicaciones éticas y políticas de los videojuegos o en el Primer Coloquio Narrativa, Estética y Política organizado por el CYAD (División de Ciencias y Artes para el Diseño) de la UAM Azcapotzalco, con dos ponencias: una sobre el aspecto narrativo y estético de los videojuegos, analizándolos como aplicaciones hipermediáticas que incorporan narrativas interactivas; la otra fue escrita junto a Joel Cuéllar López, y en ella reflexionaban sobre el potencial de los videojuegos como herramientas de propaganda de ideologías políticas. Asimismo, ha publicado artículos sobre su investigación como "Un Dante violento: canonización y profanación de la Comedia de Dante en el videojuego Dante’s Inferno" en el libro Relatos sobre la violencia: Acercamientos desde la filosofía, la literatura y el cine.

Entrevista

Pregunta: ¿Por qué Fallout 3? ¿Qué te ha llevado a realizar un análisis de un videojuego como Fallout 3 desde un punto de vista filosófico?
Rita Santoyo: Cuando salió la convocatoria para ingresar al programa de Posgrado en Filosofía de la UNAM, acababa yo de descubrir Fallout 3, que ganó varios premios de juego del año en 2009, y lo jugaba en mis ratos libres. De inmediato me atrapó su historia tan compleja, los escenarios tan realistas y las situaciones tan problemáticas en las que se encontraba el protagonista. Al darme cuenta de la riqueza narrativa del juego y de los dilemas éticos a los que se enfrentaba el protagonista, me di cuenta del gran potencial que tenía este título en particular (y muchos otros que más adelante mencionaré) para ser objeto de reflexiones filosóficas, y como quería un proyecto novedoso, inusual e interesante, me propuse tomar como punto de partida este videojuego para analizar cómo los jugadores podemos tener experiencias éticas mientras jugamos un videojuego.


¿Son todos los videojuegos susceptibles de este tipo de estudio? ¿Qué es más importante desde esta perspectiva?
R: Estoy convencida de que todos los videojuegos reflejan la cultura e ideología de la sociedad donde se desarrollan. Hay algunos que presentan visiones más profundas y analíticas de la realidad, e invitan a reflexionar sobre situaciones complejas, como Shadow of the Colossus, que es altamente reconocido no sólo desde un punto de vista estético, por sus hermosos paisajes y su bella música, sino por una historia filosóficamente compleja: el protagonista sigue una serie de instrucciones que nunca realmente cuestiona para descubrir, al final, que fue manipulado para cometer un mal, similar a la premisa que maneja Bioshock. Para mí, lo más importante para analizar un juego desde una perspectiva filosófica es, sin duda, su narrativa. Tenemos joyas narrativas como Deus Ex, Bioshock Infinite, The Last of Us, y la misma saga de Fallout, donde los creadores construyen impresionantes mundos ficticios con historias y relaciones con otros personajes que enfrentan al jugador con problemas de bioética, política, ética, cultura, entre otras cuestiones.

P: ¿Eres usuaria habitual de videojuegos?
R: ¡Por supuesto que sí! Soy una ávida gamer. Empecé jugando Game Boy cuando era niña, y de ahí he seguido jugando hasta ahora. Mis géneros favoritos son RPG, particularmente soy fan de la saga Kingdom Hearts, y todas sus combinaciones, porque son este tipo de juegos los que usualmente cuentan con narrativas complejas. Fallout 3, como ya lo mencioné, es una mezcla de RPG y FPS con una historia fascinante. También me gustan los juegos de aventura, que también se conocen como novelas interactivas, como The Walking Dead de Telltale, 999: Nine Hours, Nine Persons, Nine Doors y su secuela Zero Escape: Virtue’s Last Reward, y Heavy Rain, que cuentan con narrativas excepcionales que te permiten explorar una historia desde distintos ángulos, en la que tus decisiones afectan la manera de vivir el relato, y por lo tanto tienen múltiples finales. También me gustan los juegos tipo puzzle, como Portal, Catherine, y Ghost Trick: Phantom Detective, que combinan una historia sorprendente y compleja con la resolución de problemas espaciales, lógicos y matemáticos.



P: ¿Está preparada la universidad, como institución, para tratar los videojuegos como un ítem cultural equiparable a otras producciones
R: Pues es un tema de investigación que todavía no se estudia desde el punto de vista filosófico; aún hay mucho camino por recorrer en esa área. Sin embargo, quiero reiterar que compete a la filosofía adentrarse en los estudios sobre videojuegos. En otras universidades, como el MIT o el IT de Copenhague, se estudian los videojuegos desde una perspectiva multidisciplinaria, analizando sus implicaciones culturales, estéticas, sociales, culturales y lúdicas. Compete a una institución como la UNAM, en el caso de México, incorporarse a esta tendencia académica y reconocer a los videojuegos como artefactos culturales y dignos objetos de estudio. El mundo académico en México no puede ignorar estas nuevas manifestaciones creadoras y portadoras de cultura que conocemos como videojuegos, y su potencial para transmitir ideologías e invitar a los videojugadores a la reflexión sobre distintos temas, así como lo hace la literatura, el cine, u otras manifestaciones artísticas. Ya se hace en otras universidades del mundo. Ahora es nuestro turno, y yo quiero hacer mi parte para que la Universidad cuente con gente que tenga la preparación adecuada para realizar este tipo de investigaciones.

P: ¿Cuáles son las dificultades de una investigación como esta?
R: La principal dificultad es superar los prejuicios y recelos que existen alrededor de este tema. Usualmente las personas que desconocen esta industria tan vasta piensan que los videojuegos son sólo aquellos de violencia o carreras, o juegos simplones como Candy Crush. Sin embargo, hay muchos videojuegos que son verdaderas obras maestras de programación, narrativa, diseño de personajes y escenarios. La academia debe reconocer el importante lugar que tienen los videojuegos en la sociedad actual y deshacerse de las sospechas en torno al tema y abrirse a los proyectos de quienes nos proponemos realizar un estudio serio sobre videojuegos, cosa que además se ha hecho en otras universidades, como MIT o la Universiteit van Amsterdam. Como ya lo mencioné, MIT ha publicado bastantes libros en torno al tema, ofreciendo análisis desde el punto de vista estético o narrativo, pero pocos sobre videojuegos desde un punto de vista filosófico. Ahí es donde entra mi investigación, ya que busco abrir un campo incipiente en México. Con todo lo que guarda el porvenir, como motores de gráficos más potentes y el potencial de los videojuegos no sólo para contar historias, sino para realmente vivirlas, espero que sean aceptados como objeto de estudio en disciplinas tan tradicionales como la filosofía.


P: En los últimos años hemos visto libros divulgativos de filosofía aplicada a series de televisión, películas, cómics... ¿cuál es tu opinión sobre este tipo de libros?
R: Creo que estos libros son un primer intento para aproximar a algunas personas a un análisis filosófico más relajado y más casual de la cultura popular. Con ello no quiero decir que tenga menos mérito que un libro de filosofía más académico o serio, sino que simplemente son dos modos distintos de acercarse a un tema y que están dirigidos a públicos muy diferentes, y me parece una manera adecuada de interesar a ciertos lectores, que pueden usar este tipo de textos como un primer paso para conocer el tema y después adentrarse en lecturas más complejas.

P: ¿Cuál es el papel de la filosofía en la sociedad contemporánea? ¿Qué crees que va a ser la aportación de vosotros, los nuevos y jóvenes filósofos, ante un mundo en pleno cambio hacia la sociedad digital?
R: Precisamente, con el auge de la información disponible en internet, los distintos usos que podemos hacer de esta herramienta y las aplicaciones digitales, creo que la filosofía debe involucrarse en este tipo de cuestiones, pues es una realidad ubicua en la sociedad y que va ocupando un lugar más importante en la manera en que las personas acceden al conocimiento y a la cultura. La filosofía es la reflexión sobre lo que nos acontece, y en un mundo donde lo digital forma parte de nuestra vida personal y académica, es importante que los filósofos se pregunten por el tipo de hombre que se forma con el uso de estas aplicaciones y la cultura que crean quienes juegan videojuegos. Volviendo a ese tema, en esta época prácticamente cualquiera puede hacer un videojuego (como ejemplo de ello basta ver el auge que ha tenido el desarrollo de juegos independientes, como Super Meat Boy, Braid y FEZ, producto del trabajo de un par de personas que tuvieron una idea y se dedicaron a hacerla realidad). La filosofía no sólo puede tomar a los videojuegos como objeto de estudio y reflexión, sino que se abren otro tipo de posibilidades, como crear videojuegos con contenidos filosóficos, que sin dejar de lado la actividad lúdica, promuevan el pensamiento crítico en los videojugadores.

Fallout 3 ha sido el foco del trabajo de la investigadora Rita Santoyo.

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