WINDOWS 11 CON EL "GAME MODE" ACTIVADO Y DESACTIVADO, ¿HAY DIFERENCIA?

 Benchmark ha publicado una comparativa de rendimiento en la que pone a prueba el rendimiento de Windows 11 con el "Game Mode" activado, y con dicho modo desactivado. El "Game Mode" es un modo especial para cuando se ejecutan videojuegos en Windows, que libera ciertos recursos y los destina a dicha tarea.

En Windows 10, la diferencia que marcaba el "Game Mode" era, al principio, prácticamente anecdótica, pero con el paso del tiempo fue mejorando. No hace ningún milagro, eso debe quedar claro, pero puede ayudar a rascar unos pocos FPS en ciertos juegos, y al ser gratuito, no pierdes nada por activarlo y probar ese juego que se le atraganta a tu PC.


Con Windows 11, el "Game Mode" ofrece unos resultados interesantes. El equipo que ha utilizado Benchmark en estas pruebas está formado por un procesador Intel Core i7-10700K, una RTX 3090 y 32 GB de RAM. Es un equipo tope de gama, así que los resultados pueden ser distintos en equipos menos potentes, tanto para bien como para mal.

En Red Dead Redemption 2, el "Game Mode" mejora en 10 FPS la tasa media jugando en 1080p y calidad baja. Sin embargo, en Far Cry New Dawn empeora la media en 1 FPS, mientras que en Shadow of the Tomb Raider mejora la media en 6 FPS, pasando de 182 a 188. La conclusión es que, en la mayoría de los casos, la diferencia de rendimiento que marca el "Game Mode" es leve, aumenta un poco la media de FPS, pero esa mejora puede variar en función de cada juego en concreto. Red Dead Redemption 2 es, de todos los juegos de la comparativa, el que más mejora con ese modo activado.

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