El Unreal Engine 5 es un motor gráfico de nueva generación que está optimizado para ofrecer un mayor rendimiento con las tarjetas gráficas Radeon RDNA 2, al menos de momento. Esto tiene una explicación, y no se trata de favoritismo por parte de Epic Games hacia AMD, sino simplemente a que dicho motor gráfico ha sido desarrollado pensando principalmente en las consolas de nueva generación, y estas montan una GPU RDNA 2.
Aunque es verdad que el Unreal Engine 5 es un motor gráfico exigente, también es altamente escalable. Se puede ajustar, y adaptar, para que funcione en configuraciones tope de gama, aprovechando su potencia y su rendimiento, pero también se puede configurar sin problemas para que se mueva de forma fluida en configuraciones más modestas, como demuestra esta demo, que funciona sobre una "vieja" GTX 1080 Ti, una tarjeta gráfica que fue lanzada en 2017.
La demo que vemos en el vídeo, desarrollada por Joe Garth, muestra el nivel de detalle que es posible alcanzar con el Unreal Engine 5 en el suelo de un escenario natural, formado principalmente por hierba y piedras. Puede que parezca un paisaje normal, pero no es así. Como indica el propio Joe, todo lo que vemos ha sido ajustado para trabajar como un mundo interactivo, y tiene sus propias físicas.
El efecto de destrucción está muy conseguido, y la física de la demo también, aunque lo más sorprendente es lo bien que todo funciona sobre una sencilla GTX 1080 Ti, una tarjeta gráfica que es, a grandes rasgos, un poco más potente en rasterización que una RTX 2070 Super.
Las demos técnicas sirven para demostrar el potencial de un motor gráfico en concreto, y en el caso del Unreal Engine 5, todo lo que estamos viendo hasta ahora confirma que Epic Games ha conseguido dar forma a algo muy grande. Habrá que ver cómo, y cuándo, empiezan a aprovecharlo los desarrolladores.
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