Una vez mas replicamos las utiles guias de nuestros amigos de muycomputer esperando sirva como referencia en caso de que quieran actualuzar su pcs.
Todos nos hemos hecho alguna vez la pregunta de si debería actualizar mi tarjeta gráfica.
Cuando la respuesta ha sido afirmativa nos ha venido inmediatamente a
la cabeza otra duda importante, qué modelo concreto debería elegir, una
cuestión que en el fondo es más compleja de lo que parece.
En este artículo queremos ayudaros a tomar con acierto tan complicada
decisión pero desde una perspectiva lo más completa posible. Por ello
os ayudaremos a dar respuesta a la pregunta de si debes actualizar tu
tarjeta gráfica, y también a determinar qué modelo es el más apropiado para ti, siempre desde el punto de vista de usar nuestro equipo para jugar.
Como siempre esperamos que esta guía os guste y sobre todo que os sea útil. Si tenéis cualquier duda podéis dejarla en los comentarios y os ayudaremos a resolverla. Poneos cómodos que empezamos.
¿Cuándo debo actualizar mi tarjeta gráfica?
Es la pregunta básica que forma el núcleo esencial de esta guía. Está claro que es imposible dar una respuesta absoluta
ya que la misma depende de las necesidades de cada usuario y de una
serie de particularidades, como los juegos que se utilizan, la
resolución del monitor, los ajustes de calidad y los fotogramas por
segundo que tenemos fijados como mínimo deseable.
Como hay muchas variables vamos a dejar a continuación un listado básico con la tarjeta gráfica que podemos fijar como mínimo deseable
para poder jugar en cada resolución con unos ajustes y una fluidez que
concretaremos en cada punto, y a continuación adjuntaremos otro listado
con la solución recomendada.
Esto os servirá como base sobre la que construir una respuesta a esa pregunta de cuándo debo actualizar mi tarjeta gráfica.
Mínimo recomendado para una experiencia aceptable:
- Resoluciones 720p y 900p: para jugar en calidades altas y mantener una buena fluidez el mínimo recomendable es una GT 750 TI, GTX 650 Ti Boost o Radeon HD 7790-R7 260X.
- Resoluciones 1080p: para lograr una buena fluidez manteniendo los ajustes en calidad alta lo mínimo recomendable es una GTX 1050 o una Radeon 460 de 4 GB.
- Resoluciones 1440p: si queremos poder mantener los ajustes de calidad gráfica en alto y que la fluidez sea buena lo mínimo que deberemos tener será una GTX 970-GTX 1060 de 3 GB o una Radeon R9 290-RX 470.
- Resoluciones 2160p: de nuevo para poder asegurar una buena fluidez con los ajustes en calidad alta necesitamos como mínimo una GTX 980-GTX 1060 de 6 GB o una Radeon R9 390X-RX 480.
Tened en cuenta que en algunos títulos concretos se entiende como normal tener que reducir algún ajuste gráfico a calidad media.
Nivel óptimo para una buena experiencia:
- Resoluciones 720p y 900p: para jugar con calidades máximas o muy altas y disfrutar de un buen nivel de fluidez es recomendable contar con una GTX 950-GTX 1050 o una Radeon R7 370-RX 460.
- Resoluciones 1080p: si queremos una buena fluidez manteniendo los ajustes al máximo o a niveles muy altos es recomendable una GTX 970-GTX 1060 de 3 GB o una RX 290-RX 470.
- Resoluciones 1440p: para mantener los ajustes de calidad gráfica al máximo o en muy alto y que la fluidez sea buena debemos subir el listón y disponer de una GTX 980-GTX 1060 de 6 GB o una Radeon R9 390X-RX 480.
- Resoluciones 2160p: en este caso sólo nos aseguraremos una buena experiencia con los ajustes al máximo o en calidad muy alta utilizando una GTX 980 TI-GTX 1070 o una Radeon Fury X.
Es importante tener en cuenta también que bajar alguna cosa a calidad alta
para mantener o mejorar la fluidez se entiende como algo normal, no
debe preocuparos ni pensar que necesitáis una actualización urgente.
Conclusiones fundamentales de ese primer apartado
De la información que hemos aportado podemos sacar una serie de
conclusiones básicas que pasamos a resumir a continuación, y que dan una respuesta directa a la pregunta de cuándo debo actualizar mi tarjeta gráfica:
- Cuando no puedas mover los juegos a la resolución nativa de tu monitor manteniendo la calidad gráfica a niveles medios y mantener un mínimo de 30 a 40 FPS.
- Cuando puedas cumplir el punto anterior pero sólo en los juegos menos exigentes del mercado, o en títulos que pueden ser considerados como de la pasada generación.
- Cuando a pesar de cumplir el primer punto notes que la experiencia no te satisface.
- Si tienes pensado renovar tu monitor a uno con mayor resolución nativa y tu actual tarjeta gráfica apenas cumple lo que hemos dicho en el primer punto. Esto se extiende a otros casos, como por ejemplo aquellos en los que tu actual tarjeta gráfica no te permita aprovechar tecnologías clave de tu nuevo monitor (G-Sync o FreeSync por ejemplo).
- En aquellos casos en los que la falta de soporte de APIs avanzadas nos impida ejecutar juegos de nueva generación.
Con todo esto tenemos una base bastante buena sobre la que construir
una decisión fundamentada y correcta, pero en caso de que dicha decisión
sea un sí, debo actualizar mi tarjeta gráfica nos queda otra cuestión
importante, ¿a qué modelo concreto? Nos ponemos a ello en el último punto.
Modelos mínimos a los que vale la pena actualizar
De nuevo podríamos dar un listado muy amplio, así que vamos a dejar
un resumen básico tomando como referencia todas las soluciones que hemos
nombrado en los puntos anteriores, ya que creemos que forman una base sólida y que permiten rematar nuestra decisión sin demasiado esfuerzo.
Os recuerdo que el objetivo de este punto es evitar que cometáis el
error de actualizar a una tarjeta gráfica con la que apenas notaréis una mejora mínima de rendimiento o insuficiente como para justificar la inversión realizada.
Tened en cuenta que el mínimo que indicamos como hardware de partida
para actualizar es el techo máximo, es decir ese punto límite desde el
que una actualización es recomendable. Si tenemos soluciones más
potentes a las citadas y jugamos a esa resolución no es imprescindible
actualizar, y puede que hasta no sea recomendable.
- Resoluciones 720p y 900p: sólo merece realmente la pena actualizar desde soluciones GTX 750-GTX 650, Radeon HD 7770-R7 250X o inferiores. Vuestro objetivo mínimo debe ser una GTX 950-GTX 1050 o Radeon RX 460-R7 270.
- Resoluciones 1080p: el límite recomendado para actualizar está en las GT 750 TI, GTX 650 Ti Boost o Radeon HD 7790-R7 260X. Nuestro objetivo debe ser como mínimo una GTX 960-GTX 1050 TI o una Radeon R9 380.
- Resoluciones 1440p: a este nivel es buena idea actualizar si tenemos una GTX 960-GTX 1050 TI o una Radeon 380. El mínimo recomendable es una GTX 970-GTX 1060 de 3 GB o una Radeon R9 290-Radeon RX 470.
- Resoluciones 2160p: el tope máximo recomendable desde el que actualizar es una GTX 970-R9 290. Cómo mínimo debemos buscar una GTX 980 TI-GTX 1070 o una Radeon Fury X.
Antes de cerrar la guía aprovechamos para recordaros que cuando te
preguntes “¿debo actualizar mi tarjeta gráfica?” también debes tener en
cuenta el impacto que tendrá en el resto de los componentes de tu equipo.
Uno de los más importantes es el procesador y el posible cuello de botella, y otro es la fuente de alimentación, temas sobre los que podéis encontrar información útil en los enlaces que hemos acompañado.
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