n 1987 el juego de acción, Castlevania, llegó a Nintendo desde Japón. En el juego, cada jugador se convertía en Simon Belmont, un guerrero del siglo XVII que recibe la misión de destruir a Drácula - el castillo del legendario vampiro solo aparece una vez cada 100 años-, Simon debe encontrarlo y recorrer los pasillos y habitaciones, y vencer a unos cuantos monstruos en el camino, Igor, Frankenstein, Medusa y unas cuantas momias hacían una aparición, para llegar a su principal oponente y pelear contra él hasta vencerlo y salvar a su gente.
El juego fue popular durante la década de los 80s y 90s, y aunque ya no lo encuentras tan fácilmente en cualquier tienda de videojuegos, Netflix quiere que revivas tus días de juventud con una nueva serie que apela a la nostalgia y al gamer que fuiste en algún momento de la vida.
La serie, que comparte nombre con el juego, sigue al último miembro del clan Belmont en un universo medieval acosado por el vampiro al que el mismo Simon intentó, pero no pudo vencer (por lo menos en esta versión) y que ahora amenaza con destruir toda Europa.
La serie es una mezcla entre Masters of the Universe y todas esas series japonesas (¿recuerdas Caballeros del Zodiaco?) que amabas en los 90 y definitivamente te va a hacer extrañar los días en los que debías soplar en el cartucho para hacerlo funcionar.
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