Quizá ya lo sabíamos, pero está bien que se confirme. Un estudio realizado por investigadores alemanes ha concluido recientemente que jugar a videojuegos violentos no tiene efectos secundarios negativos en la empatía ni incrementan la agresividad.
Bien es sabido por todo el mundo que desde hace más de una década, los videojuegos, y en especial los de carácter violento, o que muestran violencia de una forma explícita, han sido tachados como perjudiciales para la salud mental de los usuarios, y muchos han sido los que han querido prohibirlos de todas las formas posibles. Algunos, incluso, lo han conseguido.
Gregor Szycik, jefe de la investigación, focalizó el estudio en los videojuegos debido a su cada vez mayor importancia, y a que se incrementa el número de personas con adicción compulsiva a los videojuegos. Para la investigación se escogió a 15 hombres para jugar a juegos violentos una media de 4 horas diarias durante 4 años, y se comparó con otro grupo de control de la misma cantidad de personas pero sin que jugaran a nada.
Al principio de la experiencia, los participantes rellenaron un cuestionario con el que se evaluó su nivel de empatía y agresividad, y luego se les mostraron diversas imágenes para, mediante escáneres cerebrales, registrar su actividad y reacción ante dichas imágenes (impactantes según describen). El grupo de investigación comparó las imágenes obtenidas por los escáneres con los del grupo de control, y vieron si existían diferencias.
Llegaron a la conclusión que el grupo que jugaba a videojuegos con violencia no mostraba diferencia alguna con el grupo de control, en tanto a ambos se les mostraban las mismas imágenes durante la monitorización de la actividad de su cerebro, con lo que concluyeron que jugar a este tipo de videojuegos no afecta negativamente a la empatía ni a la respuesta emocional que ya se tenía.
El estudio completo se ha publicado en la revista Frontiers in Psicology.
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