'Mass Effect' inició la revolución sexual de los videojuegos, pero ahora lo utiliza como una campaña de marketing viral
Sexo duro, homosexual, con especies alienígenas y hasta con robots. Si mencionamos estas cuatro posibilidades, a cualquier gamer se le viene la cabeza la saga Mass Effect.
Iniciada en 2007, la franquicia de BioWare supuso un antes y un después en la manera de tratar al sexo en los videojuegos RPG. “Cuando Mass Effect vio la luz, se desató una relativa polémica entre algunos mojigatos meapilas que tachaban al juego de fomentar el sexo vicioso y la homosexualidad”, explica Andrés Ortiz en el libro Yo, Sheppard ( Héroes de Papel).
Pero lo que en principio fue un tema controversial para una comunidad profundamente conservadora, acabó convirtiéndose en una revolución sexual en toda regla. A partir de los primeros títulos de Mass Effect, sagas como The Witcher o Dragon Age (también de BioWare) comenzaron a incorporar las relaciones sexuales de una manera que bebía directamente de la historia del/la Comandante Sheppard.
Por primera vez, las escenas románticas y sexuales tenían cabida en videojuegos de rol de acción sin convertirse en un elemento de puro morbo. Y todo gracias a un título de ciencia ficción cruda que desafiaba la censura y los valores tradicionales.
Sin embargo, Mass Effect: Andromeda, la cuarta entrega de la saga, que se acaba de estrenar, ha perdido por completo la intención de los anteriores.
Si algo bueno tenía el sexo en Mass Effect era que se trataba con total naturalidad. Como escribe Ortiz, “siempre se trataba de propuestas lógicas: algunas basadas en la amistad (Tali, Kaidan), el amor puro y duro (Liara), o el deseo sexual (Miranda, James)”.
Nada tenía que ver con los clubs de Striptease de GTA o los títulos profundamente machistas como Leisure Suit Larry. Mass Effect apostaba por un RPG completo, por entrar al 100% en la personalidad del personaje y, por tanto, por explorar al máximo sus relaciones amorosas y sexuales.
No obstante, en Andromeda ha pasado a ser un elemento de marketing viral.
Durante la campaña del videojuego publicitaron sus escenas como “ porno espacial ligero”. En la calificación por edades, el juego ha pasado de contener “desnudos parciales” a “desnudos completos”. Y cuando han sido preguntados, los desarrolladores han dicho claramente que el sexo es mucho más fácil de conseguir que en las otras entregas.
De hecho, por casualidad o intencionalidad, las escenas de sexo más importantes del nuevo juego ya se han filtrado en la red. Y ya hemos podido ver mucho más que en la anterior saga. Tenemos el citado “porno soft”…
Sexo interracial (entre aliens y humanos):
Y hasta amores románticos con máquinas:
Rompiendo una lanza en favor del videojuego, llegar a esas escenas comporta un trabajo bastante intenso por parte del usuario, si bien no es comparable con el de las anteriores entregas. Pero, más que un elemento complementario, se ha convertido en uno de los pilares del título.
Aun así, con exceso o no de sexo, la estrategia de BioWare no les ha salido como esperaban. El juego apenas llega a los 74 puntos en Metacritic, y en la nota de los usuarios (basada en 1601 opiniones) es solo de 4,3. Atrás quedan la notas de la primera trilogía, que van desde el 89 del original hasta el 96 en la segunda entrega.
Las principales flechas han ido a parar hacia sus pésimas animaciones y hacia una historia mucho menos cuidada que la anterior. Pero la peor crítica que puede hacérsele a Mass Effect: Andromeda es que, habiendo representado lo que representó, pase a la historia como el enésimo videojuego que utiliza el sexo como un instrumento mercadotécnico.
Iniciada en 2007, la franquicia de BioWare supuso un antes y un después en la manera de tratar al sexo en los videojuegos RPG. “Cuando Mass Effect vio la luz, se desató una relativa polémica entre algunos mojigatos meapilas que tachaban al juego de fomentar el sexo vicioso y la homosexualidad”, explica Andrés Ortiz en el libro Yo, Sheppard ( Héroes de Papel).
Pero lo que en principio fue un tema controversial para una comunidad profundamente conservadora, acabó convirtiéndose en una revolución sexual en toda regla. A partir de los primeros títulos de Mass Effect, sagas como The Witcher o Dragon Age (también de BioWare) comenzaron a incorporar las relaciones sexuales de una manera que bebía directamente de la historia del/la Comandante Sheppard.
Por primera vez, las escenas románticas y sexuales tenían cabida en videojuegos de rol de acción sin convertirse en un elemento de puro morbo. Y todo gracias a un título de ciencia ficción cruda que desafiaba la censura y los valores tradicionales.
Sin embargo, Mass Effect: Andromeda, la cuarta entrega de la saga, que se acaba de estrenar, ha perdido por completo la intención de los anteriores.
Si algo bueno tenía el sexo en Mass Effect era que se trataba con total naturalidad. Como escribe Ortiz, “siempre se trataba de propuestas lógicas: algunas basadas en la amistad (Tali, Kaidan), el amor puro y duro (Liara), o el deseo sexual (Miranda, James)”.
Nada tenía que ver con los clubs de Striptease de GTA o los títulos profundamente machistas como Leisure Suit Larry. Mass Effect apostaba por un RPG completo, por entrar al 100% en la personalidad del personaje y, por tanto, por explorar al máximo sus relaciones amorosas y sexuales.
No obstante, en Andromeda ha pasado a ser un elemento de marketing viral.
Durante la campaña del videojuego publicitaron sus escenas como “ porno espacial ligero”. En la calificación por edades, el juego ha pasado de contener “desnudos parciales” a “desnudos completos”. Y cuando han sido preguntados, los desarrolladores han dicho claramente que el sexo es mucho más fácil de conseguir que en las otras entregas.
De hecho, por casualidad o intencionalidad, las escenas de sexo más importantes del nuevo juego ya se han filtrado en la red. Y ya hemos podido ver mucho más que en la anterior saga. Tenemos el citado “porno soft”…
Sexo interracial (entre aliens y humanos):
Y hasta amores románticos con máquinas:
Rompiendo una lanza en favor del videojuego, llegar a esas escenas comporta un trabajo bastante intenso por parte del usuario, si bien no es comparable con el de las anteriores entregas. Pero, más que un elemento complementario, se ha convertido en uno de los pilares del título.
Aun así, con exceso o no de sexo, la estrategia de BioWare no les ha salido como esperaban. El juego apenas llega a los 74 puntos en Metacritic, y en la nota de los usuarios (basada en 1601 opiniones) es solo de 4,3. Atrás quedan la notas de la primera trilogía, que van desde el 89 del original hasta el 96 en la segunda entrega.
Las principales flechas han ido a parar hacia sus pésimas animaciones y hacia una historia mucho menos cuidada que la anterior. Pero la peor crítica que puede hacérsele a Mass Effect: Andromeda es que, habiendo representado lo que representó, pase a la historia como el enésimo videojuego que utiliza el sexo como un instrumento mercadotécnico.
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