Según un estudio realizado por la firma de investigación IHS, la nueva Xbox One estaría costando a Microsoft unos 471 dólares de fabricación, sin contar otros precios derivados de la distribución y promoción del sistema.
La mayor parte de este costo procede de Kinect, que tendría
un coste de fabricación de 75 dólares. Después, la combinación de CPU y
GPU supondría unos 110 dólares, mientras que otros 60 dólares irían para
los chips de memoria, unos 26 dólares a la fuente de alimentación y
finalmente unos 15 dólares para el mando de control.
El total de todos estos componentes supondría a Microsoft 471
dólares en fabricación de la consola, al que habría que sumar los costes
de distribución y promoción de la misma, lo que prácticamente no
dejaría margen de beneficio a la hora de vender cada unidad.
Esta misma firma de investigación señaló hace días que fabricar una PlayStation 4 costaba a Sony unos 381 dólares, lo que en términos
comparativos supondría que fabricar una Xbox One cuesta 90 dólares más
que una PlayStation 4.
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