Intel ha dado detalles sobre sus futuros planes de miniaturización.
Sus chips cada vez se reducen más de tamaño, pero ¿hasta cuándo? Por el
momento, lo más inmediato ha sido confirmar los rumores: el proceso de
fabricación de los 10nm se retrasa debido a dificultades técnicas en
relación con la miniaturización de los transistores.
Ha sido el
propio CEO de Intel, Brian Krzanich, quien lo ha confirmado. Los
procesadores de 10nm Cannonlake se retrasarán pues hasta la mitad de
2017, pero eso no quiere decir que no tengamos nuevos procesadores hasta
entonces: piensan lanzar Kaby Lake, un procesador basado en Sky Lake
pero con ciertas mejoras en rendimiento.
Con esto se alarga el
proceso de cambio de nanómetros cada dos años a un ciclo de dos años y
medio, aproximadamente. Y además, la inclusión de Kaby Lake romperá el
clásico Tick-Tock de Intel, convirtiéndose en un Tick-Tock-Tock. Desde
Intel también han comentado que han mejorado la eficiencia de sus
fábricas de 14nm, y han destinado recursos de las de 22nm a éstas
primeras para darles prioridad.
Tampoco creen que el retraso de
los 10nm vaya a hacer variar mucho la posición de liderazgo de Intel, ya
que por el momento tienen un margen bastante holgado. Además, han dado
algunos detalles sobre el futuro proceso de los 7nm. De momento están
trabajando sobre las litografías EUV a este tamaño, pero su futuro
todavía muy incierto para aventurarse a dar fechas.
Por el momento se
espera que imitando los procesos actuales haya hasta 3 oleadas de
productos por cada nodo de fabricación antes de llegar a los 7nm, en
lugar de las 2 habituales, así que es imposible dar una fecha exacta.
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