La, hoy cerrada, casa de subastas
de Diablo III llego a mover muchísimo dinero, tanto que algunos
jugadores pudieron hacer su agosto y retirarse del juego con "una buena
pasta" en el bolsillo.
Sin embargo detrás de ella habían
movimientos turbios que arrastraron a muchos a robar objetos a otros
jugadores, y que en el caso de Nepomuceno y Stinger, dos usuarios de
dicho juego, ha llegado a un límite inimaginable.
Ambos utilizaban
una herramienta de acceso remoto para robar a sus víctimas bienes
virtuales por un valor de más de 8.000 dólares, pero finalmente han sido
pillados por el FBI y juzgados.
La condena ha sido de dos y tres
años de libertad condicional para cada uno de ellos y una multa de
5.654,61 dólares que están pagando poco a poco a Blizzard.
0 comentarios:
Publicar un comentario